jueves, 17 de julio de 2014

4- Kant

Kant era un hijo de puta. Lo sabes vos, lo sé yo y lo sabía él también. No te preocupes, vamos a tratar de darle la vuelta para que lo que dice sea un toque más entendible. Es posible, confía en mí.

¿Qué mirás? La imperativa concha de tu madre

La conciencia moral

Kant tenía una ambigüedad frente a la metafísica (el conocimiento de lo absoluto, descubrir lo desconocido). Por un lado creía que era imposible porque el hombre sólo conoce lo que experimenta y nunca podremos llegar a vivir todo. Pero por otro lado que el hombre es un ser dotado de razón y es ésta la que hace que la metafísica sea una disposición natural del hombre y una necesidad básica para él –de acá que siempre el hombre haya intentado explicar las cuestiones metafísicas que lo superan como Dios, el mundo, el alma, el significado de la libertad, etc-.

Con esta ambigüedad se da entonces una contradicción que es lo que Kant va a tratar de resolver. La solución va a estar en el campo moral, el campo de la razón práctica. Si bien el hombre no conoce lo absoluto si puede tener un contacto con ello a través de la conciencia moral, la conciencia del bien y del mal, de lo justo de lo injusto, de lo que debemos y no debemos hacer. A Kant no le va a interesar el “contenido” de lo que creemos que está bien o mal sino el hecho de que esto suceda en primer lugar porque TODOS tenemos una conciencia moral, es imposible no tenerla.

La conciencia moral tiene un contacto con algo absoluto porque la conciencia moral es la conciencia del deber, es decir, la conciencia que manda de modo absoluto. “Debo hacer tal cosa porque es mi deber hacerlo”. Es una exigencia absoluta que va a marcar todas nuestras acciones y que no tiene sentido desde el punto de vista natural porque en la naturaleza no existe el “deber”, sino que las cosas suceden sin más  (por ejemplo el agua no moja porque deba hacerlo sino que simplemente moja y punto). La naturaleza es el reino del ser, de las cosas que solamente son; mientras que la conciencia moral es el reino del debe ser. En la naturaleza todo está dado por leyes naturales, en la conciencia moral todo está dado por el “imperativo categórico”, que es directo, sucede y no se puede controlar y es el que marca nuestro deber. Existen otros imperativos, llamados hipotéticos, que no responden al deber y están sujetos a alguna otra condición.

CREO que estoy entendiendo...


La buena voluntad

“No existe nada en el mundo que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad”. Para Kant la buena voluntad va a ser siempre buena, nunca puede ser mala. Y va a serlo sin importar los efectos de nuestros actos, es buena sólo por el querer, es decir, es buena en sí misma.

Para ilustrar esto da 3 ejemplos: hay una persona ahogándose. En el primer caso me tiro y la salvo. En el segundo me tiro a salvarla y no lo logro y la persona muere. En el tercero un pescador que pasaba por ahí tira una red y salva sin querer a la persona. Los primeros 2 casos son moralmente buenos porque la buena voluntad (salvar a la persona) existió, no importa que no lo consiguiéramos. En cambio el tercer ejemplo es moralmente neutro porque el resultado partió de una casualidad y no de una buena voluntad.

¿Lo salvarías?

El deber

El deber es la buena voluntad pero atravesada por restricciones que le impiden manifestarse por sí sola. Esto sucede porque el hombre no es enteramente racional sino que posee un mundo inteligible y otro sensible. Están las acciones determinadas por la razón y otras determinadas por “inclinaciones” (amor, odio, simpatía, orgullo, avaricia,etc). El ser humano debe convivir constantemente entre estos dos mundos y en una lucha entre ellos. La buena voluntad podría tener que manifestarse oponiéndose a estas inclinaciones y en ese caso toma el nombre de “deber”. Imaginémonos en el ejemplo que dimos antes del ahogado que la persona que se está ahogando es nuestro peor enemigo, ¿qué haríamos? Nuestros sentimientos nos llevan a dejarlo morir, sin embargo la buena voluntad nos va a inclinar a intentar salvar su vida y si finalmente lo hacemos es por cumplir con nuestro deber.

Existen 4 tipos de actos:

  •     Contrarios al deber. En el mismo ejemplo anterior dejamos que la persona se ahogue aún cuando hubiéramos podido salvarlo perfectamente. Es moralmente malo.
  •         De acuerdo al deber con inclinación mediata. Realizar la acción no es más que un medio para conseguir algo más. Por ejemplo salvar a nuestro enemigo para que nos de una recompensa. Es moralmente neutro.
  •     De acuerdo al deber con inclinación inmediata. Realizamos la acción pero no porque es nuestro deber sino porque hay una inclinación más fuerte que nos lleva. Por ejemplo si en vez de un enemigo, hubiera sido tu novia la que se está ahogando. La hubieras salvado no por deber sino por el amor que sentís hacia ella. Es moralmente neutro.
  •     Cumplidos por deber. Como hablábamos antes, nuestro enemigo (o un perfecto desconocido) se está ahogando y  lo salvamos porque es nuestro deber salvar una vida, sea de quien sea. Es moralmente bueno.


Hay que aclarar que para Kant no es que no debemos tener sentimientos hacia nadie para poder ser buenos sino que al momento de actuar, tenemos que saber reconocer QUÉ fue lo que nos motivó a hacerlo para poder juzgar el acto como bueno o malo, si una inclinación o el deber.

-Mira Forest, pescamos a un idiota
-Idiota es el que hace idioteces, Teniente Dan

El Imperativo Categórico

Ya habíamos dicho que Kant definía al imperativo categórico como esta ley universal que gobierna la conciencia moral. Ahora bien, ¿cuál es? ¿Cómo lo conocemos? Para conocerlo lo único que tenemos que hacer es, frente a un dilema moral, extrapolar las elecciones y volverlas una norma general en todos los hombres. Por ejemplo tenemos que mentir para zafar de un reproche, entonces nos podemos preguntar si nuestra acción es moralmente buena o no, pero para hacerlo debemos preguntarnos qué pasaría si TODO EL MUNDO mintiera como regla general en toda situación y ahí nos vamos a dar cuenta de que una sociedad así no podría ser posible y por lo tanto nuestro acto no es moralmente bueno.

Toda acción se orienta hacia un fin pero hay 2 tipos de fines: los subjetivos, relativos y condicionados (se refieren a las inclinaciones), sobre los que se fundan los imperativos hipotéticos; y luego está el imperativo categórico que manda sobre todos. Por lo tanto debe existir un fin que sea absolutamente bueno. Dijimos que lo único realmente bueno es la buena voluntad, que sólo se haya presente en los seres racionales (el hombre). Entonces Kant va a decir que siempre debemos usar a la humanidad como un fin en sí mismo y jamás como un medio para conseguir algo más (en este último caso el acto se considerará inmoral).

Demasiado tarde para nosotros...


Por último Kant va a hablar de la libertad  y, al igual que el resto de los filósofos, va a decirnos que solamente podemos juzgar los actos que hayan sido realizados con total libertad por parte de los individuos. 

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